Cómo Manejar el Stimming en Niños con TDAH y Autismo

Entendiendo la conducta autoestimulante, sus desencadenantes y cómo gestionarla

Frank D. Balbusano

2/17/20254 min leer

El stimming o conducta autoestimulante es un comportamiento repetitivo que puede manifestarse en niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y trastorno del espectro autista (TEA). Puede incluir movimientos, sonidos o acciones repetitivas como tararear, balancearse, rechinar los dientes o girar sobre sí mismos. Aunque estas conductas pueden ayudar a regular las emociones y mejorar la concentración, en algunos casos pueden interferir con la vida cotidiana o el aprendizaje.

Ejemplos de Stimming en el TDAH y el Autismo

Las personas con TDAH y autismo pueden mostrar diferentes tipos de stimming. Algunos ejemplos incluyen:

Táctil: Morderse las uñas, rascarse, tirar o girar el cabello, morderse las mejillas o rechinar los dientes.

Visual: Perder la mirada en un punto fijo (“zoning out”), girar objetos pequeños como monedas o juguetes, hacer garabatos, moverse de un lado a otro.

Verbal o auditivo: Tararear, reír sin motivo aparente, repetir sonidos o palabras, carraspear excesivamente.

Vestibular (basado en el equilibrio): Balancearse, girar sobre sí mismos, sacudir la cabeza.

Si bien el stimming es común en ambos trastornos, en el autismo tiende a ser más frecuente e intenso. Por ejemplo, los niños con TEA pueden aletear las manos o hacer movimientos repetitivos con los dedos de manera más marcada que aquellos con TDAH.

Diferencias entre el Stimming en TDAH y en Autismo

El stimming forma parte del diagnóstico del autismo, pero también se presenta en niños con TDAH. La diferencia principal radica en su función:

En el TDAH, el stimming suele ser una estrategia para mejorar el enfoque o controlar los impulsos.

En el autismo, el stimming puede servir como una forma de autorregulación emocional, respuesta a la sobrecarga sensorial o simplemente una actividad placentera.

Por ejemplo, un niño con TDAH puede mover la pierna repetitivamente en clase porque está aburrido, mientras que un niño con autismo puede aletear las manos porque siente emociones intensas o ansiedad.

Factores que Desencadenan el Stimming

Aunque no hay una única razón que explique el stimming, hay varios factores que pueden influir:

Aburrimiento y Falta de Estimulación

Los niños con TDAH pueden mostrar stimming cuando están aburridos o necesitan estimular su mente. Por ejemplo, pueden empezar a patear el suelo durante una lección que no les interesa.

Sobrecarga Sensorial y Ansiedad

Por otro lado, el stimming también puede ser una estrategia para reducir la sobrecarga sensorial. Los niños con autismo pueden sentirse ansiosos en entornos ruidosos o caóticos y recurrir al stimming para calmarse.

Felicidad y Autoexpresión

Algunas personas realizan “happy stimming”, es decir, movimientos repetitivos cuando están emocionados o felices. Este tipo de stimming puede parecer similar a otros tipos, pero su función es diferente.

Manejo del Stimming en TDAH y Autismo

Si el stimming no interfiere con la vida diaria ni representa un riesgo de autolesión, generalmente no es necesario modificarlo. Sin embargo, si afecta el aprendizaje, la interacción social o la seguridad del niño, es recomendable buscar apoyo.

Terapia Cognitivo-Conductual (CBT)

La terapia cognitivo-conductual (CBT) ayuda a desarrollar conciencia sobre los pensamientos y emociones, permitiendo que el niño regule mejor su comportamiento. También puede ayudar a los padres y familiares a comprender por qué ocurre el stimming y cómo manejarlo sin generar estrés adicional.

Apoyo Adicional

Si el stimming está afectando el rendimiento escolar, se pueden implementar planes de apoyo como un Programa de Educación Individualizado (IEP) o un Plan 504 para ajustar la carga académica y modificar el entorno según las necesidades del niño.

Los adultos con TDAH o autismo también pueden encontrar útil hablar con sus empleadores sobre adaptaciones en el lugar de trabajo, como auriculares con cancelación de ruido o espacios tranquilos.

Manejo del Stimming sin Castigos

Si el stimming es problemático, es importante evitar el castigo como método de control. Los expertos en autismo han demostrado que esta estrategia no es efectiva y puede aumentar la ansiedad.

En lugar de ello, se pueden probar métodos como:

• Enseñar estrategias de autorregulación.

• Ofrecer alternativas seguras para el stimming.

• Identificar los desencadenantes y modificarlos si es posible.

Medicación

Los medicamentos para el TDAH pueden ayudar a reducir la hiperactividad, mejorar la concentración y disminuir impulsos, lo que a veces disminuye la necesidad de stimming. Sin embargo, no son la única solución y deben ser evaluados por un profesional de salud.

Terapia Conductual

Trabajar con un terapeuta especializado en Análisis de Conducta Aplicado (ABA) o terapia conductual puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades para monitorear y regular su comportamiento sin eliminar completamente el stimming, sino manejándolo de manera funcional.

Conclusión

El stimming es una parte natural de la vida de muchas personas con TDAH y autismo. En algunos casos, es útil y no necesita intervención; en otros, puede ser necesario manejarlo para mejorar la calidad de vida del niño o adulto. La clave está en comprender por qué ocurre el stimming y qué función cumple, en lugar de intentar eliminarlo sin razón.

Si notas que el stimming está afectando la vida de tu hijo o de un ser querido, considera buscar apoyo profesional para encontrar estrategias adecuadas que respeten su bienestar y necesidades individuales.

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